En los establecimientos de Salud existen dos tipos de hurtos. El producido por los pacientes y acompañantes que no arribaron al establecimiento con esa intención, pero aprovechan cuando ven que no hay protección electrónica (o la hay pero los empleados no se apoyan en ella), se cometieron descuidos, personal disperso, etc.
Y el que llevan a cabo los mismos empleados, los cuales una parte importante de su ingreso mensual está conformado por lo que hurtan. En ocasiones de la Clínica en sí, en otras de compañeros y en algunos casos de las mismos pacientes internados. Tomando solamente los faltantes en la Farmacia interna, las pérdidas son enormes. La combinación de Sistemas Electrónicos Anti Hurto, sumados a un cambio actitudinal de los empleados, bajan mucho la merma para todos los tipos de situaciones.
La presencia de las Antenas Anti Hurto en los accesos también trabaja sobre la mente del ladrón a nivel disuasivo. Sumado a la presencia más proactiva del personal de Seguridad, respaldados por los Sistemas Electrónicos, hace que se les complique bastante su accionar.
Los Sistemas de Seguridad electrónica son una inversión cuya forma de recupero es a través de los hurtos que se evitan. En pocos meses la merma evitada amortiza los equipos y todo lo recuperado a partir de ese momento va directo a la columna de utilidades. En seguridad Electrónica, la inversión se traduce en ahorro.