Profundicemos qué estamos queriendo decir cuando decidimos utilizar nuestro dinero en un Sistema Antihurto.
Si buscamos una definición simple de "inversión" encontramos: “renunciar a un consumo actual y cierto, a cambio de obtener unos beneficios futuros y distribuidos en el tiempo”. El comerciante invierte su tiempo y dinero en alarmar las prendas de su local.
El servicio de seguridad física (guardia) es una forma primaria de inversión. El sueldo (con suerte) se va recuperando de forma parcial con la merma que su presencia evita. Pero si en algún momento futuro se prescinde de él, el Local se queda sin protección y no importa en absoluto que durante años se haya abonado este servicio.
Una forma de inversión inteligente es un sistema electrónico de seguridad (EAS), además de "autopagarse" con la merma de hurtos que baja, una vez que se terminaron las cuotas, los gastos oscilan entre mínimos y nada, con el detalle que el equipo de pedestales y alarmas ya es nuestro!
Es importante tener presente que ni con vigilancia física ni con sistemas de protección electrónica la merma llegará a cero, pero sí baja mucho.
Un guardia de seguridad es un pasivo que se va amortizando en parte (en el mejor de los casos), pero un sistema electrónico es un activo a amortizar. Dado que al final de la cadena, el guardia se va a su casa y los sistemas quedan instalados en nuestros locales por lustros.
"Gastar" dinero es una cosa… pero no olvidemos una segunda acepción término "invertir": también significa "realizar un cambio opuesto en el sentido, la dirección o la posición de una cosa". Si invertimos bien el dinero, así como salió de uno… a través del tiempo invierte su sentido y vuelve a nosotros.
Si tomamos como ejemplo una casa de ropa, para muestra basta un botón: Si gracias al sistema de pedestales, te roban un jean menos por mes, en un año llegaste al valor de los equipos. Y a partir del mes 13, todo es ahorro.
En nosotros queda la decisión, invertir inteligentemente en seguridad electónico o simplemente gastar.